miércoles, 6 de julio de 2011

El Papá-Entrenador

El "Papá-Entrenador" es un personaje bastante reciente en el mundo del deporte; no suele faltar a ningún partido, a veces se traga hasta los entrenamientos, toma notas técnicas y estadísticas, graba en video los partidos claves, da órdenes (a su hijo el primero, luego quizá al resto…) vive el partido con tal intensidad que no pierde detalle, llega hasta correr la banda.

Claro que tiene motivos para tal comportamiento: está convencido que su hijo es un diamante en bruto, una futura estrella del deporte. No está dispuesto a que su hijo se malogre; no permite ningún fallo en la educación deportiva de su hijo. Su hijo lo hace bien (casi siempre), y para ése "casi" tiene excusas. El entrenador no lo entiende o no tiene ni idea, los compañeros son peores que él, le pasan mal o poco, el club es un desastre de organización….Siempre hay algo de que quejarse. Su hijo, por su edad, su inmadurez, su desconocimiento…sufre las consecuencias de este celo, cariño y protección paterna mal entendida.

Es muy difícil que un niño con un "Papá-Entrenador" progrese adecuadamente, lo más probable es que poco a poco se convierta en un niño inmaduro, consentido y "diferente" a los del grupo.
La verdad es que la figura del "Papá-Entrenador" con todos los detalles aquí descritos, es muy rara de encontrar, pero no tan inusual al encontrarse padres que caen en algunos de esos errores u otros similares. ¡Es tan difícil la educación de los hijos! La pasión, a veces, nos ciega y no hacemos más que estropear las cosas.
Menos mal que al lado de éstos "Papá-Entrenadores" están los verdaderos PADRES, ante los cuales hay que sacarse el sombrero: acompañan en los transportes y desplazamientos, mantienen una actitud discreta de apoyo, animan a su hijo y al grupo de forma elegante y digna de elogio, no crean la presión innecesaria sino que dan motivación y seguridad. Saben disfrutar del deporte de sus hijos…
Porque el niño está aprendiendo el valor de las cosas, porque vive con ilusión el deporte, porque debe ser capaz de superar por si mismo las adversidades, porque hay que respetar el proceso de formación, porque ¡¡Por Favor!! No juguemos a "Papá-Entrenador

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